Hotel Rural Grado del Pico

Reseña de un crítico de hotel

Recientemente, tuve el placer de pasar un fin de semana en el Hotel Rural Grado del Pico, un encantador refugio en medio de la belleza natural de la Castilla segoviana. Desde el primer momento, la cálida bienvenida de Manolo y su equipo me hizo sentir como en casa, disfrutando incluso de una bebida de cortesía al llegar. Las habitaciones, amplias y bien insonorizadas, proporcionan un descanso perfecto después de un día explorando los hermosos paisajes que ofrecen actividades como el senderismo y el ciclismo. El restaurante del hotel es pequeño pero sorprendentemente acogedor; no esperes una experiencia gastronómica de lujo, pero sí una cocina que destaca por su tradición. La cena que disfrutamos, con un exquisito lechazo y una sopa de cocido que reconforta, nos recordó la esencia de la auténtica gastronomía local. No puedo dejar de mencionar que este es el lugar ideal para aquellos que buscan desconectar del bullicio del mundo y redescubrir la tranquilidad del campo. Sin duda, volveré a visitar este rincón español en mi próxima aventura culinaría.